El mejor Barcelona tras el confinamiento apareció este domingo en el estadio de La Cerámica liderado por el astro argentino Leo Messi y puso fin al invicto del Villarreal desde que se reanudó el campeonato, y con una victoria por 1-4 se resiste a despedirse del título de Liga.
Aunque no marcó, Messi apareció en todas las acciones de peligro del equipo barcelonista y fue un quebradero de cabeza para la defensa de un Villarreal que ofreció su peor versión del último tramo de la competición que había sido casi perfecto.
El partido no pudo empezar mejor para el Barcelona, con un gol en propia puerta de Pau Torres a los tres minutos tras una buena jugada de Sergi Roberto tras la que Jordi Alba centró en busca de Griezmann pero en el intento de despejar el zaguero local introdujo el balón en su portería.
El gol dio paso a una mayor dominio del Barcelona y una mayor presencia ofensiva que el equipo de Javi Calleja, pero sería el conjunto local el que lograría el empate a los trece minutos de juego tras una pérdida de balón del equipo de barcelonista que aprovecharon los locales para montar una contra entre Alcacer y Cazorla, que disparo a portería y el despeje de Ter Stegen fue aprovechado por Gerard Moreno.
El partido cobró un ritmo vertiginoso con ambos equipos en busca de la portería rival. En este toma y daca encontró premio el conjunto de Quique Setién, que cobraba de nuevo ventaja en el marcador en el minuto 20 con un gol de bella factura del uruguayo Luis Suárez tras una buena acción individual del argentino Leo Messi.
El ritmo del partido, lejos de decaer, fue en aumento, pero era el Barça el que se mostraba con mayor autoridad. El segundo gol dio paso a minutos de mucha calidad del equipo catalán, con presión arriba y una combinación de balón muy fluida y en la que Messi era protagonista.
Si el colombiano Carlos Bacca tuvo en el minuto 37 la opción para empatar, un minuto después el chileno Arturo Vidal desaprovechaba una gran ocasión para aumentar la ventaja de su equipo al encontrarse su disparo un Asenjo.
Era el Barcelona el que ahora tenía el control casi total del partido y conforme se acercaba al descanso su dominio se hacía más patente poniendo en serias dificultades a un Villarreal desbordado por momentos en la recta final.
El conjunto barcelonista culminaría su dominio con un nuevo gol, de nuevo con Messi de protagonista, que tras una gran jugada cedió de tacón el balón a Griezmann, que con una vaselina colocaba el 1-3 en el marcador en el minuto 44.
En el segundo tiempo Javi Calleja quiso dotar de mayor entidad al centro del campo para frenar el dominio exhibido por el Barcelona en la primera parte y aunque el juego parecía más calmado y sereno que en la primera parte era el Barça el que mantenía controlado el juego.
La claridad del marcador y el cansancio hizo que el juego bajase enteros en esta segunda mitad. El Villarreal logró frenar la hemorragia sufrida en el centro del campo en la primera parte pero sin añadir una mayor presencia en ataque con la que incomodar a un Barcelona, que, sabedor de su renta, manejaba el partido al ritmo que le convenía.
Aunque parecía que el Barça aumentaba la ventaja en el marcador con la mejor jugada del partido y una gran definición de Leo Messi, finalmente el tanto acabó siendo anulado tras consulta al VAR por fuera de juego en la jugada previa.
Mientras que el Barcelona ofreció la mejor cara desde que se reanudó la Liga, el Villarreal, que hasta hoy se había mostrado casi infalible tras ceder solo dos de los puntos que había disputado, mostró una versión muy deslucida y, especialmente en la segunda parte, muy pobre en ataque.
Con el partido ya resuelto, Ansu Fati puso el cuarto gol visitante en el marcador en el minuto 86 ante un Villarreal al que el tramo final del partido se le hizo interminable y que solo la actuación de Sergio Asenjo evitó que el triunfo barcelonista fuera mayor.