River y Boca empataban a uno en la final de la Libertadores-2018 en el Santiago Bernabéu hasta que apareció ese zurdazo terrible del colombiano Juanfer Quintero desde fuera del área.
La historia de ese juego cambió con un gol que valió un título y una humillación.
‘El muñeco’ Marcelo Gallardo entendió que el antídoto
para un partido trabado en el medio era el ingreso de Juan Fernando Quintero.
Así lo dispuso, a los 57 minutos, cuando sacó al capitán Leonardo Ponzio por el 10 cafetero, que con 25 años en ese diciembre exhibía en la casa del Real Madrid dos Copas del Mundo (Brasil-2014 y Rusia-2018) disputadas con la selección de su país.
Un rechazo al centro del golero rival Esteban Andrada terminó en el inicio del 2-1 para el millonario ante el xeneize.
El rebote lo tomó Enzo Pérez fuera del área grande, cedió para Quintero y éste abrió a la izquierda donde aparecía Camilo Mayada. El uruguayo tocó de primera nuevamente para el colombiano y ‘Juanfer’ pisando la medialuna soltó un zurdazo mortal colgando la pelota en el ángulo izquierdo.
Gol de River Plate, golazo de Quintero. Un 2-1 que dejaba al millonario a las puertas de su cuarto título de Copa Libertadores, y a Boca cerca de la peor humillación de su historia.
«Me siento muy orgulloso por el gol, pero no es solo eso. Es una Copa Libertadores que sufrimos, que todos hicimos parte de ella. Yo hago parte de una historia de River, gracias a Dios pude ser partícipe de ella», comentó recientemente recordando su espectacular anotación.
El botín izquierdo de Quintero guardaba más
Lo frotó con un taconazo y un ocho a Lucas Olaza cuando el reloj apenas pasaba el minuto 120. Contragolpe fulminante de arco a arco después de un tiro de esquina que rechazó con los puños el ‘1’ riverplatense, Franco Armani.
El colombiano capturó la pelota, sirvió un pase para la carrera solitaria del ‘Pity’ Gonzalo Martínez, ahora en filas del Atlanta United de la MLS, casi cincuenta metros entre la gloria eterna o el ridículo si fallaba con el arco vacío.
Fue un 3-1 monumental. River era el nuevo campeón de América. Boca, el enemigo de toda la vida, sufría la peor mancha en su historia.
«Lo que pasó lo recordaremos toda la vida, pero tenemos que vivir es el presente, lo que viene, que es otra final de Libertadores y tenemos que estar a la altura como lo estuvimos ante Boca», sostuvo Quintero, considerado el mejor jugador de aquel partido en el Bernabéu.
Primer futbolista colombiano que marca en dos Copas del Mundo, Quintero se convirtió en la mejor noticia para Gallardo a comienzos de octubre.
Una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda, precisamente la de su pierna prodigiosa, en marzo pasado, puso en peligro el resto de temporada del colombiano.
Se perdió la Copa América en Brasil a mediados de año, en la que Colombia se marchó en los cuartos de final al caer con Chile por penales, pero regresó con fuerza el pasado mes sumando minutos para ganar confianza y reclamar de a poco la titularidad perdida por el infortunio.
«No me vuelvo loco por ser titular. El equipo está muy bien y sabemos que tenemos que dar lo mejor desde donde toque», comentó el mediocentro ex Oporto de Portugal, Rennes de Francia y Pescara de Italia sobre la posibilidad de ser inicialista ante el Flamengo este sábado en la final en Lima.
Gallardo sabe que el retorno de ‘Juanfer’ le amplía el abanico de variantes ofensivas para encarar al poderoso ‘Mengao’, pero por ahora lleva con calma su regreso a las canchas sin desconocer su rol dentro del equipo.
«Queremos sacarle el mejor juego colectivo posible a sus cualidades. Debe tener un rol como protagonista con mayor continuidad», aseguró el DT millonario.
«Tiene cosas que no muchos pueden dar en el fútbol argentino. Tiene panorama, pases claros, precisos, ojalá lo pueda repetir durante más tiempo. Me gustaría que sea más influyente. Pero mientras puede dar soluciones desde el banco, prefiero guardarme esa carta», concluyó ‘El muñeco’.